Cuando hablamos de reputación corporativa, y concretamente en el ámbito online, solemos centrar el foco de atención en los aspectos externos que debemos controlar, sin tener en cuenta la gran importancia de factores internos sobre los que podemos tener mayor influencia.
Hoy vamos a tratar dos factores fundamentales que son decisivos en la reputación de una institución: el gobierno corporativo y los recursos humanos.
El gobierno corporativo es el conjunto de normas que definen cómo los gestores de una empresa deben ser dirigidos y controlados, esto es, el marco normativo que equilibra poder y responsabilidades entre quienes dirigen la empresa, sus accionistas y el resto de stakeholders. Para ello, entendemos que el gobierno corporativo de una empresa se sustenta en cuatro pilares fundamentales, que tratamos a continuación:
- Accountability, o la obligación de “rendir cuentas”; así los gestores de la compañía son responsables de sus decisiones ante la Junta Directiva, y esta, a su vez, responde ante los accionistas. En definitiva, garantiza el derecho de los accionistas a conocer la situación -no solo económica- de la compañía.
- La transparencia, o la obligación de los gestores a divulgar información constante sobre la evolución y gestión de la empresa en todas sus áreas, no solo a los accionistas, sino a todos los stakeholders.
- La responsabilidad de la institución con su entorno (social, económico, medioambiental…): es aquí donde enmarcamos acciones tales como las políticas de responsabilidad social corporativa.
- Principio de justicia: se trata de garantizar los derechos de TODOS los accionistas, por igual, independientemente de su “tamaño”.
Y… ¿hasta qué punto influye el buen gobierno en la reputación? Según RepTrack, el gobierno de una empresa, su integridad, es el segundo factor que más influye en su reputación, solo por detrás de la oferta, e inmediatamente seguido por la innovación. Efectivamente, si los mercados perciben que una compañía no defiende a sus accionistas, no gestiona de manera transparente, y no demuestra ciertos compromisos con su entorno, será una empresa con reputación negativa.
Vista la influencia del buen gobierno, ¿hasta qué punto desearíamos desarrollar nuestra carrera profesional en una empresa con mala reputación? Yendo más allá, como inversores, ¿pondríamos en juego nuestro capital en ella? Esto nos lleva a la gestión de los recursos humanos en la empresa y en su influencia en la reputación. Si nos centramos en los empleados, nos sentiremos atraídos por organizaciones que no solo atraigan el talento, sino que además implanten políticas orientadas a que sus trabajadores sean el epicentro de la empresa, con unos adecuados planes de retribución, continua formación que permitan desarrollarse, que gestionen el talento y premien la evolución de las personas que contribuye al desarrollo del negocio.
La estrategia de recursos humanos de cualquier compañía debe atraer el mejor talento, los mejores líderes y, sobre todo, contar con un equipo humano caracterizado por la flexibilidad, con capacidad para entender el negocio y las necesidades de cada momento y cliente.
Uno de los pilares en los que muchas empresas se apoyan es en el software social (es una de las 10 tecnologías estratégicas que marcarán el futuro de las empresas en los próximos 10 años, según la consultora Gartner). Así, iniciativas que inviten al trabajador a participar, opinar y personalizar la estrategia de la compañía, mediante herramientas de colaboración 2.0, permiten a todas las personas de la organización tener voz, actuar de forma proactiva y generar ideas.
Todo esto produce una mejora en la comunicación interna, reforzamiento de las relaciones, compromiso y transparencia. Y por supuesto la influencia en la reputación de la empresa es máxima.
Algunas empresas, para permitir que sus empleados se centren en lo realmente importante, disponen de herramientas en las que pueden recurrir a un contact center que les facilitan hacer gestiones personales; de esta manera la empresa facilita las gestiones y el trabajador puede centrarse en el negocio.
Otras disponen de programas para cuidar la salud de sus empleados y al fomento de buenos hábitos, consistentes en chequeos de salud, bienestar físico y mental, consejos saludables, educación para la salud, buenos hábitos alimentarios, entre otros aspectos.
Para cuantificar esta influencia, podemos recurrir, por ejemplo, a la clasificación del Best WorkPlaces, entre las compañías que tienen entre 500 y 1.000 empleados. Veremos cómo correctas políticas de recursos humanos inciden directamente en el “magnetismo” de las corporaciones hacia los empleados.
En resumen, dos pilares fundamentales de la reputación: la correcta gobernanza y el impecable trato y desarrollo del talento de nuestros trabajadores.
Hasta la próxima.
Juanma de la Torre
Comments are closed.